Es recomendable hidratarlo con crema una o dos veces al año para que el cuero no se estropee. (Use un producto indicado para ello aunque algunos recomiendan hacerlo usando la clásica crema Nivea.) Introduzca los cosméticos en un neceser para evitar que se abran por accidente y dañen el interior. Cuidado con el peso de los objetos introducidos en el bolso, el exceso de éste puede dañar el forro interior e incluso las asas al llevarlo de la mano. No tocar el bolso con las manos sucias o con exceso de cualquier tipo de producto en ellas. Asegúrese de llevarlas siempre limpias para evitar mancharlo. (Eludir las recomendaciones anula la garantía en caso de mostrar deterioro por los casos antes citados). Para la limpieza cotidiana de su bolso prescinda de cualquier producto. Use un paño de algodón blanco y seco y páselo por la superficie con cuidado. Si el bolso se moja séquelo con un paño de algodón blanco nunca con secador. Tenga cuidado con derramar alcohol – sea un perfume o bebida ya que si una gota cae sobre el bolso lo manchará. Para la limpieza del forro interior utilice una esponja escurrida y jabón neutro. Déjelo secar alejado de fuentes de calor y del sol Envuélvalo siempre en la funda de tela que incluye para guardarlo. No lo exponga a la luz solar ya que sufrirá el riesgo de que se vaya el color. Guárdelo protegido de la luz y la humedad en un lugar seco. No los apile unos sobre otros. Ordénelo de manera que conserve su forma original sin doblarlo. Si va a guardar el bolso durante mucho tiempo rellénelo para que no se deforme. Use papel seda no de revista o periódico ya que la tinta podría pasarse al interior del bolso.